Administrar la temperatura de los componentes eléctricos puede lograrse con una gran variedad de formas. Con cargas de calor superiores a las de la temperatura ambiente, o para mantener un ambiente controlado dentro del gabinete, un sistema de circuito cerrado de enfriamiento puede proporcionar un mejor resultado en comparación a un circuito abierto de enfriamiento. Las dos soluciones principales de circuitos cerrados de enfriamiento son equipos de aire acondicionado e intercambiadores térmicos. Los equipos de aire acondicionado pueden mantener la temperatura interna de un gabinete a la temperatura máxima del ambiente o por debajo ésta. Estos equipos pueden tener una base tradicional de refrigerantes o un diseño con base termoeléctrica. También pueden eliminar humedad del gabinete, que es benéfico para algunas aplicaciones. Los intercambiadores térmicos siempre permitirán que la temperatura interna del gabinete sea menor que la temperatura del entorno. En un circuito cerrado de enfriamiento, la integridad en el sellado del gabinete mantendrá la temperatura, ya sea con un equipo de aire acondicionado o con intercambiadores térmicos, protegiendo al equipo de suciedad, polvo, aire corrosivo y lluvia transportada por el viento. Cualquier agujero o muesca en el gabinete deben ser cubiertos por un equipo del mismo (o mayor) tipo de clasificación. El gabinete toma su certificación del componente con clasificación más baja que ingrese en el mueble. Los circuitos cerrados de aire acondicionado e intercambiadores térmicos se encuentran disponibles con las mismas certificaciones necesarias para mantener la calificación original y la integridad del gabinete. Comparado a sistemas de circuitos abiertos de enfriamiento, los sistemas de circuitos cerrados son más largos y pesados, con un costo inicial más alto y tienen un mayor consumo de energía.
Si un gabinete tiene una carga térmica mayor y/o si el gabinete requiere mantener una temperatura interna menor a la temperatura ambiental máxima, un equipo de aire acondicionado es la mejor opción de enfriamiento. El equipo de aire acondicionado también puede ayudar a controlar la humedad con una línea de drenaje condensado o con un evaporador condensador activo.
En algunos modelos de aire acondicionado el serpentín del condensador es tratado con un recubrimiento especial para limitar la acumulación de polvo; por ello estas unidades no requieren una limpieza continua del filtro. La mayoría de los equipos de aire acondicionado están disponibles en fase única 115 V, 230 V o modelos 460 V 3-de fase AC. Unidades de encendido DC se están volviendo cada vez más comunes.
Si el gabinete puede operar por encima de la temperatura máxima ambiental y no se requiere control de humedad, la opción adecuada es el intercambiador térmico. Los intercambiadores térmicos son productos intrínsecamente más sencillos, ya que el ventilador es el único dispositivo que se mueve. Normalmente están disponibles para modelos de encendido AC de 115 V o 230 V y modelos de encendido DC. Los modelos DC tienen la ventaja de controlar la velocidad del ventilador, de esta manera el intercambiador térmico marcha con más eficiencia cuando la carga térmica disminuye.
El objetivo fundamental de cualquier Sistema de gestión térmica para gabinete es proteger los equipos electrónicos internos y maximizar su vida útil. Carga de calor máxima, temperatura de ambiente máxima, temperatura interna máxima aceptable, control de humedad, control de polvo, costos del capital inicial, costos de funcionamiento, son todos factores a considerar en la toma de decisión para elegir la solución adecuada a cada necesidad.
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Fuente: Blog nVent Hoffman